29 mayo 2011

MACHU PICCHU


El mítico y misterioso Machu Picchu es quizás una de las ruinas, por no decir la más conocida del mundo.


Machu Picchu, que significa "Montaña Vieja", es el nombre contemporáneo que se da a una llaqta o antiguo poblado andino inca de piedra construida a mediados del siglo XV.  

Machu Picchu fue una de las residencias de descanso del rey Inca Pachacútec, sin embargo algunas de sus mejores construcciones y el evidente carácter ceremonial de la principal vía de acceso a la llaqta demostrarían que fue usada como santuario religioso.


Situada al comienzo de la selva peruana, se puede acceder a través de diferentes rutas. Caminando durante varios días a través del camino Inca, la ruta abarca 5 días comenzando desde la ciudad de Cuzco. Pero para aquellos que prefieran conservar fuerzas, se puede viajar en tren hasta la población de Aguas Calientes (ruta de gran belleza y muy relajante) y desde allí acceder o bien en autocar o bien caminando.

Relato de una aventura 

Eran las 3 horas de la madrugada, aún en fase casi del primer sueño nocturno y el despertador comenzó a sonar. Sólo habían pasado 6 horas desde que nos instalábamos en Aguas Calientes y ya volvíamos a estar en marcha. El día anterior habíamos comprado una precaria linterna que apenas daba luz, la única que encontrábamos en la ciudad de Cuzco pero la necesitábamos valiosamente para nuestra aventura nocturna a través de la selva peruana.

Sin apenas dormir, rápidamente nos vestimos y salimos del hotel con muy poca luz, ya que los pueblos andinos la iluminación es muy escasa. Fuimos en busca del río como referencia, para poder encontrar el inicio del camino inca donde comienza la ascensión hacia las ruinas de Machu Picchu.

Ya desde lo lejos divisábamos una hilera de luces en movimiento dispuestas en diferentes alturas. Entre la penumbra parecían luciérnagas pero se trataban de las linternas de otros turistas que como nosotros decidían subir a Machu Picchu caminando. Las piedras del camino estaban desgastadas y muchas de ellas rotas por el uso diario de cientos de aventureros. La incerteza de caminar por la selva sin apenas ver nada, sintiendo las ramas que te iban rozando el cuerpo y sonidos de la fauna autóctona fue todo un reto. Pero aún así el afán y las ganas de ver las ruinas de una de las maravillas del mundo nos hacía seguir adelante con valentía y predisposición.

Sin perder el ritmo en la ascensión y comiendo de vez en cuando barritas energéticas para recuperar fuerzas, conseguimos nuestro objetivo principal llegar a la cima de la montaña antes de las 6h de la madrugada para conseguir un pase de entrada a la montaña Wayna Picchu.

Llegamos a la cima, mojados por la intensa humedad de la selva y tuvimos que abrigarnos para no coger frío mientras esperábamos en la cola las 2 horas siguientes antes de que abrieran el acceso a las ruinas.

A medida que iba amaneciendo, la niebla empezó a dispersarse y pudimos apreciar que nos encontrábamos rodeados de unas impresionantes montañas exóticas. El paraje era abrumador, el color verde y la frondosidad de la selva nos dejó sin habla.

Comenzamos a caminar para ir adentrándonos poco a poco hasta las ruinas, y de repente como una aparición mágica ahí estaban ellas, las esperadas ruinas de Machu Picchu.

El silencio se apoderó no sólo de nosotros sino de todos los turistas que recién llegados no podíamos más que observar y mirar de un lado a otro, maravillados por tan místico lugar. El verde de la selva contrastaba con el color de las piedras de las ruinas y decenas de llamas escapaban a sus aires y pastando entre tanta magia. Asombrados por el espectáculo comenzamos a pasear por los distintos niveles en los que se sitúan las ruinas.

Tuvimos la mala suerte de tener un guía un poco flojo en explicaciones, pero no nos importaba porque la belleza del paraje hablaba por sí sola. Pero lo mejor estaba por venir, la ascensión en 45 minutos a la cima de la montaña de Wayna Picchu. Continuará …



Mi recomendación



Sin duda alguna es, levantarse sobre las 3h. de la mañana (el madrugón merece la pena!) y partir caminando desde Aguas Calientes por el sendero Inca que llega directamente a puertas de las ruinas. La ascensión dura aproximadamente unas 3 horas.

Así se llega a la cima sobre las 6 de la mañana, horario dentro del cual podremos conseguir un pase/ticket (la entrada está muy restringida ya que sólo hay 100 accesos diarios) para poder subir a la cima del Wayna Picchu. El Wayna Picchu es la montaña alta que está situada enfrente de las ruinas y que aparece en todas las fotografías típicas de Machu Picchu. 



Las vistas panorámicas desde allí son espectaculares, pero no es aconsejable para aquellos que tengan vértigo, problemas cardiovasculares o no se esté bastante en forma, ya que la subida y sobre todo la bajada comporta ciertos peligros. Pero la sensación de llegar a la cumbre es de gran satisfacción personal y el aumento de adrenalina te aporta todo el día una sensación de bien estar muy gratificante.



En Aguas Calientes no te olvides de degustar la deliciosa comida del restaurante EL INDIO FELIZ, sin duda un lugar mágico y pintoresco sacado de un cuento.

Pulsar aquí para ver panorámica 360º

No hay comentarios:

Publicar un comentario