ISLAS BALLESTAS

Situadas en el Océano Pacífico a unos 260 km de la capital de Perú se encuentran las Islas Ballestas, conocidas también como las “Islas Galápagos de los pobres”, son el paraíso de millones de aves migratorias que eligen este lugar gracias a la corriente de Humblot que llena las aguas de la zona con plancton y organismos que nutren el mar de alimento a los peces que viven allí y que serán a su vez el propio alimento de dichas aves. 

La sensación al llegar a las Islas Ballestas es la de ser protagonista de la aterradora película “Pájaros” de Alfred Hitchcock, pero son aves que no atacan al ser humano y en todo momento la melodía de sus cantos  acompaña al turista como si fuera un “hilo musical constante y melódico”. 

Entre las diversas aves que se pueden observar están el pingüino de Humblot, o Pájaro Niño única especie en Perú, pelícanos, cóndores, piqueros, flamencos y cormoranes, éstos últimos son más de 1 millón y sorprende ver peñascos que parecen alfombras pintadas de color negro por su plumaje.

Es un verdadero espectáculo visual y estremecedor contemplar desde la lancha su vuelo matinal hacia el mar para asearse y quitarse los parásitos y posteriormente alzan el vuelo en bandadas que rodean las barcas de los turistas dejándolos boquiabiertos.  

Debido a la gran concentración de aves en este pequeño espacio se acumula gran cantidad de “guano” o excrementos de las mismas, que es considerado como el oro peruano ya que su recogida es una riqueza para el país, pues son los más codiciados del mundo porque con ellos se crea el mejor fertilizante. Los trabajadores han de raspar las piedras y consiguen recoger al año más de 24.000 toneladas (50 kilos de guano cuesta 12€). 

En las Islas también se pueden observar mamíferos tales como lobos marinos apostados en las rocas, ballenas, delfines … todo un regalo de la naturaleza.

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Mi recomendación 

Para ir a las Islas Ballestas por libre puedes ir desde Lima a Paracas o Pisco en un bus local (intenta evitar la compañía Ormeño pues no son “muy legales”), se tardan unas 3 horas aproximadamente y pasar noche en la ciudad para realizar la excursión de dos horas en la madrugada del día siguiente (excursión muy barata) y regresar a la tarde.

Te lo recomiendo ya que es un lugar que realmente merece la pena visitar aunque no se permita el desembarco de los turistas en las islas para no molestar a los animales, pero el recorrido se hace en unas lanchas que se acercan lo suficiente para poder apreciar la belleza de este lugar protegido. Te aconsejo llevar chubasquero para protegerte del guano que puede caer de las rocas y del cielo. 

Si dispones de más tiempo y por tanto de una noche más, ese mismo día puedes visitar el desierto, la playa y los acantilados de Paraca que son de gran belleza.